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17 de marzo de 2013

AQUÍ ESTOY


Y aquí estoy, juntando las ganas de verte que ya son tantas que se me desbordan por los dedos de todas las manos que son los poros de mi piel que te reclama. Juntando mis sueños para regalártelos porque teniéndote a ti para qué los querría. Juntando la lluvia entre mis manos para refrescarte y prendiéndoles fuego a mis palabras para iluminarte con ellas.

Juntando las ganas de tocar tus ojos con los ojos míos y de extraviar mi palabra en el laberinto de tu oído. De guardar el aroma fresco de tus negrísimos chinos, que son mi escalera al cielo y de escuchar tu voz seductora de sirena.

Y aquí estoy soplándole a una nube que me obstruye la luna y a veces soplándole a la luna que me ciega las estrellas de Orión, esas que penden de tu cuello, de tu boca, y que me mueven al beso más erótico.

Y aquí estoy, mirando impávido cómo muere la ciudad en medio de la noche, embriagada de gente sin identidad que se busca entre sus calles inundadas de alcohol, plena de ojeras.

Juntando las ganas de sudar contigo con esa danza que no requiere más música que el acelerado batir de nuestros corazones en su roja oscuridad, mientras tú te resistes al encuentro, refugiada en la grieta que se abre entre nosotros y los monstruos del miedo y la inseguridad.

Y aquí estoy buscando en mi pastillero entre las píldoras que me hacen dormir, o me hacen reír o llorar o me mantienen despierto o me vuelven invisible, gigante o pequeño, las que me hacen olvidar para darle un descanso a mi mente, pero ya se han agotado…

Y aquí estoy preparando el abrazo fuerte y la sonrisa única que es sólo tuya, ejerciendo la perseverancia para alcanzarte, salvaguardando la caricia que he reservado sólo para estrenarla en ti.

Juntando las ganas de escucharte decir algo que anhelo, aunque me mientas. Juntando las horas de insomnio que se llaman tú y tienen tu rostro grabado en cada segundo. Juntando las ganas de ti para entregártelas todas junto con este reloj que contiene el resto de mi tiempo, para ver qué harás con ellas y qué harás con él…

Y aquí estoy juntando ideas para hacer locuras junto contigo, esculpiendo tu imagen en la niebla de la imaginación, en mil y un escenarios, todos ellos posibles; alimentando tu presencia con cafeína. Conjurándote con versos cada noche hasta el alba. Acumulando los deseos más variopintos a los que me mueve la profundidad del pensamiento al evocarte.

 Y aquí estoy, recorriendo límites, ampliándolos, eliminándolos. Acariciando el hueco que dejó tu cabello en mi mano desde esa la última vez que lo contuvo. Escribiéndote a diario para reconstruirte y evitar que la herrumbre del olvido te difumine con el desgaste del paso de un par de turbias manecillas al recorrer una y otra vez el mismo camino. Aquí estoy, acostumbrándome a desear lo imposible.

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